martes, 13 de diciembre de 2016

PISA 2015: La respuesta a la demagogia reivindicativa.

PISA 2015: La respuesta a la demagogia reivindicativa.
Entresaco párrafos de la publicación de los últimos resultados de PISA que dicen:
“¿Qué es importante que los ciudadanos sepan y puedan hacer? 
La evaluación no determina únicamente si los estudiantes pueden reproducir lo que han aprendido, sino que también examina cómo pueden extrapolar lo que han aprendido y aplicar ese conocimiento en circunstancias desconocidas, tanto dentro como fuera de la escuela. Este enfoque refleja el hecho de que las economías modernas recompensan a los individuos no por lo que saben, sino por lo que pueden hacer con lo que saben.” 
Todos los medios de comunicación se han apresurado a opinar sobre los resultados y también los políticos responsables de la educación pero tengo la sensación de que su análisis pretende salvar los muebles de un sistema educativo que hace aguas por todas partes. 

Unos se centran en el profesorado, otros en las familias analfabetas, otros en el número de alumnos por clase, otros en que la selección de los colegios se ha hecho con fines “inconfesables”, incluso, otros, culpan a Franco: Nadie tiene culpa alguna de los resultados que se antojan malos. Mucha ideología hay en todas estas valoraciones, que ayudan poco a descubrir la causa por la que los resultados no son los esperados, o los que nos gustaría obtener.
Sin embargo, no todos los análisis publicados son ideológicos. Algunos  apuntan a la verdadera causa que nos mantiene colapsados, sin avanzar. Los análisis de D. Soriano, de O. Moya y D. Soriano, de D. Soriano y los de Juan Ramón Rallo. Después de un análisis de los factores que han influido en los resultados concluyen que el problema es el Sistema Educativo, viciado por la ideología y por la falta de competencia. Y no lo dicen porque se les haya ocurrido mirando la bola de cristal, sino porque los datos así lo atestiguan.

Mejorar la calidad de la educación inyectando dinero solo conduce al despilfarro. No es de extrañar que a pesar de los recortes, que los progres dicen que se han producido, los resultados de PISA no solo no han empeorado sino que han mejorado.
Parecería lógico pensar que un Sistema Educativo debería perseguir lo dicho en la cabecera de este artículo. Y debería ser ese el objetivo, no porque lo diga yo, sino porque es lo que una organización como la OCDE ha seleccionado como finalidad a perseguir con sus evaluaciones. Y porque la finalidad de la educación no es otra que la de capacitar a las personas para enfrenarse a la vida. Es difícil defender una educación que no ha sido capaz de capacitar al ciudadano para usarla en la vida diaria y no solo en la escuela. Por eso, inconscientemente, PISA es percibida por todo el mundo como un revulsivo para mejorar. Y es así porque se ha producido la comparación con quien lo hace mejor o peor. Y la valoración es cuantitativa, es decir puntuando la actuación de unos y otros: a esto se llama competencia. (Nada puede mejorar si no se mide). 
El Sistema Educativo español no es competitivo, solo hay que leer los Conciertos escolares para darse cuenta que solo se preocupan de problemas sindicales. Y no pueden ser competitivos porque la libertad de cátedra está cercenada: los conciertos dicen lo que deben hacer, como lo deben hacer y cuando lo deben hacer y así no hay manera de hacer competencia.
El frontispicio de este artículo tiene una fotografía con la cabecera de una manifestación en la que destaca una pancarta que dice “defendiendo la educación pública” y un signo de circulación que dice “STOP TASAS”. Como en tantas otras manifestaciones, reivindicativas de los mal llamados derechos, se pretende engañar a la gente diciendo que defienden la educación pública, pero en el fondo lo que dicen es que quieren ir al colegio “GRATIS”, es decir, que me lo paguen los demás. No dicen que van mal en ciencias, en lengua o en matemáticas, o que los profesores no son adecuados, -a quien le importa-, lo que importa es que sea PÚBLICA, es decir GRATIS. Pero nada es gratis y alguien lo tiene que pagar. Y alguien lo tiene que decir.
Puestas así las cosas ¿quien tiene interés en mejorar?: Nadie. Los profesores se convierten en funcionaros para toda la vida, el estudiante consigue pasar de curso, apruebe o no, -que para eso están los planes de estudios de la izquierda-, y los políticos quieren ciudadanos adoctrinados. No es de extrañar que la población española sea de tendencias “buenistas” en su mayoría, como consecuencia del adoctrinamiento recibido. Hay que reconocer que el Socialismo ha inoculado el “gen social en vena” que impide ver la cosas de forma racional. 
Construida la Sociedad del bienestar basada en el buenismo, los políticos que se dicen de derechas no se atreven a aplicar políticas liberales: les va en ello el voto y su sueldo. Políticas que defiendan el mercado libre de los establecimientos para la educación.
Se podría pensar que la educación libre no alcanzaría a todos los ciudadanos, no es verdad. Un Sistema libre no tendría por qué ser mas caro que el actual, al contrario, podría ser mas barato, solo hay que poner la subvención en manos del ciudadano y esperar que elija lo que mejor le conviene a sus hijos de la oferta educativa, incluida la del Estado,- si es eso lo que quiere-. Estoy hablando del cheque escolar. El Estado podría ofrecer sus servicios y al igual que el IES Parquesol es un ejemplo de virtudes, otros podría tomar ejemplo. Solo sobrevivirían los mejores. Ganarían los ciudadanos y en consecuencia España.
Al igual que otros servicios que presta el Estado a los ciudadanos en el Estado del Bienestar, respondiendo a los derechos reconocidos en las leyes, de forma coercitiva; PISA viene a confirmar que los Sistemas utilizados son incoherentes con los principios de libre mercados que hipócritamente decimos habernos dado. Creemos que cada disciplina es diferente, pero lo cierto es que la metodología que se aplique a unas y a otras no tiene por qué ser diferente. De hecho el concepto de libre mercado es aplicable a cualquier disciplina humana, porque es competencia.
Oír a algunos políticos del PP decir que un servicio es gratis y universal tiene guasa. Podrían guardar las apariencias y callarse, porque ellos mejor que nadie, saben que nada es gratis. Y todos sabemos que la calidad y economía de las cosas se han conseguido liberando la competencia en cualquier sector. Hoy puede comprarse un movil a cualquier precio con funcionalidades inimaginables. Hoy hay ofertas de escuelas de idiomas de todas las clases y colores y así una infinidad de ofertas de cualquier tipo. ¿Por qué no en la educación?.
Se ha escrito mucho sobre el coste de las plazas escolares desde el 2008. Podría poner aquí los valores que cada uno ha evacuado, pero si lo hiciera vendrían algunos funcionarios a decirme aquello de “las cuentas y los cuentos” del coste de la educación. Pero lo cierto es que el  Ministerio de Educación ha publicado recientemente una tabla de costes en la que reconoce que el coste de la pública y la privada son distintos. Los costes de la pública son mayores que los de la privada. Pero la tabla de datos la dan de forma que no pueda saberse con exactitud la diferencia de costes. Dan el coste agrupado, público mas privado, y luego solo el público (Ver cuadro B4.6). Es decir, si solo contabilizamos los costes privados los resultados para la privada serían mas favorables. Luego ¿qué interés tienen de poner los datos así?.
Pero además, mas del 70% del gasto es personal (ver cuadro B4.8)

No voy a juzgar las intenciones, pero la OCDE dice que los costes de la privada son la mitad que los de la pública y sus resultados en PISA son mejores, cualquiera puede preguntarse: ¿por qué no se hace toda la educación privada?.
Si se hiciera, el ahorro podría llega a superar los 10.000M€, con lo que nuestros apuros económico desaparecerían. Así habría que realizar los Presupuestos y no subiendo los impuestos.

Gracias por visitar mi blog.