jueves, 16 de julio de 2015

DEL LOGOS AL MITO

Del Logos al Mito
Publican los periódicos, últimamente, noticias que uno pensaría estar viviendo tiempos pretéritos: Escocia quiere separarse de U.K.; Cataluña lo quiere hacer de España; los musulmanes quieren construir el Califato desaparecido; Crimea se separa de Ucrania; y así un largo rosario de iniciativas que provocan incertidumbre geopolítica. No mencionaré las noticias de origen familiar, que reflejan el mismo sentimiento en las personas que las protagonizadas por las que provocan las noticias relacionadas anteriormente, que hablan de matanzas crueles entre miembros de la misma familia en cualquier parte del mundo.

Interesado por el origen de esta corriente de pensamiento, he leído en la prensa los motivos por los que Escocia quiere separarse de U.K.. El artículo, o reportaje no lo recuerdo, argumentaba que los escoceses se consideran discriminados por el Parlamento Inglés. Creen que sus representantes en el Parlamento no los defienden como debieran. Creen que el número de representantes no es proporcional. Creen que sus representantes están vendidos a los Ingleses. A consecuencia de esta falta de sensibilidad por parte de sus políticos, Escocia sufre una pobreza que no se merecen sus habitantes. La solución está en que los auténticos escoceses, los de ideas nacionalistas, tomen el control del poder al margen de U.K.
Me he preguntado quien eran esos nacionalistas auténticos para subrogarse la representatividad de todos los escoceses y me he encontrado que son unos grupos de la población con ideas políticas de izquierdas, es decir, de comunistas, es decir, de buenismos mal entendidos. La respuesta a esta situación la tuvimos el día 19 de septiembre de 2014. Un 54% de escoceses no quieren separarse de U.K. Votaron mas del 80% del censo electoral. Dimitió el Gobernador de Escocia por ser el impulsor de la iniciativa separatista. Es un resultado bastante atrayente para ser estudiado sociológicamente. ¿Sucedería lo mismo con una votación parecida en Cataluña?.
El análisis que yo hago de los resultados es que hay dos millones de escoceses que están “cabreados”, o mejor dicho; hay dos millones de escoceses a los que alguien les ha lavado el cerebro, con ideas separatistas para resolver los problemas que ellos no saben resolver, con el fin de encender pasiones en los ciudadanos que les haga desviar su mirada de quien realmente les ha llevado a la miseria.
El caso catalán fue objeto de mi artículo “Contra Westfalia”, por lo que no insistiré.
En cuanto al tema musulmán tengo otro artículo de mi viaje a Palestina, y tampoco insistiré.
En cuanto a Ucrania, el problema tiene su origen en el núcleo duro del comunismo, para qué insistir.
Reconozco estar tratando con superficialidad la toma de datos pero, ¡ que diablos!, esto es un artículo para despejar la mente. No es un un estudio concienzudo para vender.
Tomando como base los datos “titulares” reflejados mas los no reflejados, pero conceptualizados en mi mente, debo concluir que el comportamiento de los grupos humanos protagonistas de este artículo obedece a la respuesta primitiva e irracional del ser humano cuando desconoce las leyes que regulan los principios originarios de los problemas que le afectan. Vivimos con una cultura social que no permite que el individuo acepte su responsabilidad, buena o mala, porque es el Estado quien le debe resolver sus problemas. El individuo está mentalizado y cuando tiene un problema ya sabe que tiene que buscar al responsable fuera de si mismo, es decir, en el Gobierno o en la sociedad o en su familia, o en cualquier otro sitio para descargar su responsabilidad. La cultureta social buenista nos ha hecho menores de edad. El individuo acepta como buenas las teorías filosóficas que le prometen un “jardín del edén” que no existe (Adán y Eva fueron expulsados del paraíso). Quien promete tales cosas son pensadores que no renuncian al fracaso de sus principios, pero hay que reconocer que son capaces de venderlos a pobres de espíritu con las defensas bajas por la ignorancia.
A pesar de lo dicho hasta aquí, me he preguntado si habría alguna razón que explicara este proceso cíclico de engaño sistemático en época de crisis,-fundamentalmente económica-. Creo haberla encontrado. Está en las leyes que regulan la naturaleza humana. El hombre compuesto de cuerpo y alma reacciona a los estímulos de tres formas posibles: somáticamente, espiritualmente o de forma mixta. Estas respuestas están jerarquizadas: de mayor racionalidad a menor racionalidad. La racionalidad será función del nivel de conocimiento y sabiduría del individuo. 
La sociedad es la suma de individuos. Dentro de la sociedad hay niveles o categorías de individuos jerarquizados por su formación, grupos influenciables por filosofías acordes con las cultura de cada grupo. Si la sociedad está compuesta de un mayor número de grupos menos desarrollados culturalmente, tendremos una sociedad expuesta a ser manejada por teorías mitológicas, sectarias o somáticas, o, como se dice ahora, populistas. Esto es así porque sus miembros reaccionarán somáticamente a los estímulos adversos a sus intereses. Estamos en la fase humana de las creencias. Estamos en la irracionalidad. Hemos vuelto al “del Logos al Mito”.
Llegados a este punto me he preguntado si había alguna justificación para que un grupo social se mantenga en la ignorancia conscientemente. Creo que la respuesta está en la organización política de las sociedades. La política de las sociedades establece las normas de convivencia. Normas que se convierten en leyes. Leyes que esclavizan a las personas. Personas que anteponen las leyes a su naturaleza inalienable. Es aquí donde radica el problema. El individuo de esos grupos de esa sociedad no se plantea si una ley es adecuada a su naturaleza humana. La acepta sin mas, pero luego no acepta sus consecuencias. Esta es la justificación del porqué grupos sociales “radicalmente pobres de espíritu” vuelven su mirada al MITO en situaciones de dificultad, de crisis.
Hagamos un ejercicio de lo que digo:
El preámbulo de la Constitución española dice: “La Nación española, deseando establecer la justicia. la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama la voluntad de: Garantizar….Consolidar…….Proteger…..Promover….Establecer….Colaborar……..En consecuencia, las Cortes aprueban y el pueblo español ratifica la siguiente Constitución.
Resulta patético leer este texto en una Constitución de un país moderno.
  1. ¿Quien es la Nación española?. ¿No sería adecuado definir en primer lugar el sujeto político y jurídico responsable de lo que luego vaya a comprometerse?. La redacción opta por dejar en el Limbo, es decir en la indefinición, el responsable del cumplimiento de las promesas que siguen en la redacción.
  2. “deseando establecer…..”. Uno se pregunta, ¿pero la libertad no es un derecho inalienable?. Nadie tiene que establecer mi libertad, solo defenderla, en todo caso.
  3. “Las Cortes aprueban y el pueblo español ratifica”. Qué diferencia de redacción entre el principio y el final, ¡no les parece!. Las Cortes aprueban, pero el pueblo español ratifica. Aquí sí queda claro quien es el responsable de su aprobación: El pueblo aprueba y sufrirá su aplicación.
  4. Proclama la voluntad de Garantizar, Colaborar,…etc. Es un bla, bla, bla. que se podían haber ahorrado. No hay compromiso alguno: “voluntad”, es un engaña bobos.
Si leemos el título preliminar es para morirse de risa o de desesperación. Anteponen el carro a los bueyes. Primero hablan del Estado, luego de la soberanía y luego de la monarquía. No hace falta preguntarse quien redactó el texto: gente con odio a la monarquía, desprecio a la soberanía del ciudadano pero muy amantes del poder por el poder. Si Hobbes leyera esta basura se moriría otra vez.
Bajo mi punto de vista el orden jerárquico debería haber sido el contrario. Primero el ciudadano, luego el Estado y luego su organización. ¡Sujeto, verbo y predicado señores!. La redacción podría haber sido la siguiente:
  1. La Soberanía reside en los ciudadanos del pueblo español. Son ciudadanos españoles todos los nacidos y residentes en España.
  2. Los ciudadanos españoles deciden ceder parte de su soberanía para constituir un Estado. El Estado Español.
  3. El régimen político del Estado será la Democracia.
  4. La estructura del Estado será la Monarquía Parlamentaria.
  5. La organización del Estado estará definida por las leyes.
Dejar claro la titularidad de los derechos y deberes en una organización social es básico para que esa organización funcione. La indefinición y arbitrariedad solo es el principio de la corrupción y el desencuentro.
La Democracia no necesita adjetivos calificativos, o es democracia o no es nada.
Yo reto a quien quiera para que estudie el cuerpo legislativo de una nación. Comprenderá que todos sus males obedecen al poco respeto de las leyes que regulan la naturaleza humana, que no hay que confundir con el buenísimo, cuando los líderes de una país redactan las normas de convivencia social. ¡Y no me vale que me digan que son los representantes legales del pueblo!. El artículo que precede a este explica por qué digo esto último.

Esto es lo que pienso en Madrid hoy 20 de septiembre de 2014, siendo las 13horas 57 minutos.
Gracias por visitar mi blog.